¿Qué es el Mindfulness y cómo practicarlo? En 6 claves.

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¿Qué es el Mindfulness y cómo practicarlo? En 6 claves.

  Es posible que hayas oído el término mindfulness en alguna ocasión. No es algo extraño, pues se trata de un concepto que en los últimos años h

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Es posible que hayas oído el término mindfulness en alguna ocasión. No es algo extraño, pues se trata de un concepto que en los últimos años ha alcanzado enorme popularidad en el ámbito de la salud mental.

Sin embargo, aún hay muchas personas que no comprenden exactamente en qué consiste esta práctica. Para entender de qué se trata el mindfulness, vamos a empezar por analizar la palabra en sí misma.

Este término inglés podría traducirse como atención o consciencia plena, pues “mind” significa “mente” y “fulness” significa “plenitud”.

Así, las personas que ponen en práctica el mindfulness entrenan su capacidad para enfocarse plenamente en el momento presente.

En este artículo vamos a profundizar acerca de qué es el mindfulness, qué beneficios puede brindar a la salud mental y cómo es posible ponerlo en práctica en la vida cotidiana.

¿Qué es el mindfulness?

El mindfulness es una práctica que encuentra sus raíces en la meditación. Así, el objetivo que persigue es el de entrenar la atención y la consciencia en el momento presente.

Aunque la definición exacta de lo que es el mindfulness varía en función de cada autor, podríamos decir que llevarlo a la práctica permite ser capaz de concentrarse en los contenidos de la mente en cada momento desde una postura libre de juicios.

El mindfulness encuentra sus orígenes más remotos en las prácticas de meditación orientales que ya se realizaban hace varios milenios.

No obstante, cabe señalar que meditación y mindfulness no son sinónimos, pues la primera es un área mucho más amplia o heterogénea. Además, las prácticas de meditación se encuentran estrechamente vinculadas con la religión, mientras que el mindfulness carece de connotaciones de este tipo.

Desde la perspectiva actual, practicar mindfulness implica mejorar la gestión de la atención y de los procesos fisiológicos que la acompañan.

El éxito del mindfulness se relaciona con su eficacia como herramienta para combatir la ansiedad, el estrés y las preocupaciones que aquejan a una gran parte de la población actual. Por ello, muchos profesionales de salud mental recurren a ella en los procesos psicoterapéuticos con sus pacientes.

La llegada definitiva de la meditación al mundo occidental se produjo en los años sesenta y setenta. En aquel momento, las escuelas de psicología empezaron a recurrir a ella como una técnica útil en el manejo del estrés.

Esto permitiría dar forma a lo que hoy conocemos como mindfulness. Desde estos inicios, la investigación sobre el mindfulness ha ganado mucho impulso, permitiendo identificar muchos de sus beneficios en la salud de las personas.

Beneficios del mindfulness

A continuación, vamos a comentar algunos de los beneficios que se pueden derivar de la práctica del mindfulness.

1. Mejora la regulación de la atención

En el día a día es común que nuestra atención trate de llegar a todo, anticiparse o enfocarse en eventos que ya han sucedido.

Sin embargo, el mindfulness es de gran ayuda para mejorar la regulación de la atención. De esta manera, es posible dejar de actuar con el piloto automático para, en su lugar, enfocarnos sólo en aquello que es más importante en cada momento.

2. Aumento de la conciencia emocional

La práctica del mindfulness es también una forma excelente de aumentar la conciencia emocional. Con ello, dejamos de anclarnos en emociones pasadas o centrarnos en las posibles emociones futuras.

Así, podemos ser más conscientes de aquello que estamos sintiendo en el momento presente y, por consiguiente, aprendemos a gestionarlo.

3. Gestión de los pensamientos

El mindfulness también es un gran aliado para aprender a manejar los pensamientos intrusivos que hacen ruido en nuestra mente.

Muchas veces, nos enquistamos en determinados pensamientos y entramos en una espiral de rumia improductiva y agotadora.

Gracias al mindfulness, podemos aprender a dejar ir los pensamientos de este tipo y centrarnos en aquello que realmente es importante en el presente.

4. Estudio y concentración

El mindfulness puede ser un gran aliado si te encuentras estudiando y necesitas mejorar tu concentración.

Gracias a esta práctica, es posible que aprendas a enfocarte en la actividad presente (estudiar), limitando la interferencia de posibles pensamientos intrusivos.

5. Relajación

Aunque el mindfulness no tiene como objetivo principal conseguir un estado de relajación, sí que puede favorecer este estado si la persona logra enfocar su atención en el momento presente.

Así, quienes sufren problemas como la ansiedad pueden verse especialmente beneficiados al poner en práctica el mindfulness. Muchas veces, la ansiedad guarda relación con la preocupación excesiva acerca del futuro.

La persona deja de concentrarse en el momento presente y empieza a desarrollar un miedo anticipatorio intenso. Por ello, entrenar la focalización en lo que sucede aquí y ahora es de gran ayuda para reducir la activación patológica del organismo.

6. Mejora de las relaciones interpersonales

Poner en práctica el mindfulness también puede ser excelente para aprender a gestionar el estrés y, por consiguiente, implicarnos en nuestras relaciones interpersonales desde una postura más serena y compasiva.

Al mejorar la comprensión y expresión emocional, podremos disfrutar de vínculos con los demás mucho más satisfactorios.

Cómo practicar Mindfulness en la vida cotidiana

Ahora que ya hemos visto qué es el mindfulness y qué beneficios puede aportar a nuestra salud mental, vamos a ver algunas pautas para ponerlo en práctica en nuestro día a día.

1. Elige bien el lugar

Un requisito esencial para practicar el Mindfulness es elegir bien el lugar para ello. Es crucial que tengas un espacio tranquilo, libre de estímulos distractores, como por ejemplo ruidos o tecnologías. Se trata de que ese espacio no te recuerde todos los deberes y presiones que encuentras en tu jornada, ya que la meta es concentrarte únicamente en el momento presente.

2. Adopta una postura adecuada

Para poner en práctica el mindfulness no es necesario hacer posturas concretas e imposibles. Es suficiente con que te encuentres cómodo y mantengas tu espalda recta. Así, podrás dejar que tus músculos se relajen, ya que la tensión impedirá que puedas concentrarte bien en el momento actual.

3. Controla tu respiración

La respiración es otro punto importante a la hora de realizar mindfulness. Es clave que trates de respirar de forma pausada y profunda. Esto favorece la relajación de tu organismo a la vez que pones toda tu atención en el propio acto de respirar, sin pensar en nada más.

4. Pon el foco en tus sensaciones corporales

Practicar mindfulness ayuda a reconectar con el propio cuerpo y las sensaciones que se derivan de él. Por ello, es importante que una vez que estés en la posición y lugar adecuados, respirando profunda y lentamente, puedas concentrarte en las pequeñas sensaciones físicas que experimentas.

Trata de enfocarte durante unos segundos en cada una de ellas. Con esto podrás desviar tu atención hacia estímulo del momento presente, sin desviarte hacia otras preocupaciones o pensamientos intrusivos que incrementan tus niveles de estrés.

5. Enfócate en tus contenidos mentales más abstractos

Una vez que hayas conseguido centrarte en esos estímulos corporales, es momento de que desvíes tu atención hacia los contenidos de tu mente más abstractos.

Trata de ver tus pensamientos desde una cierta distancia, sin fusionarte con ellos. Intenta adoptar la perspectiva de un observador externo que no juzga y se limita a describir una realidad objetiva.

Este punto es central en el ejercicio del mindfulness, pues te ayuda a aceptar tus pensamientos sin tratar de combatirlos o luchar contra ellos (lo que favorece que estos aparezcan una y otra vez).

6. Finaliza de nuevo con una respiración profunda

Una vez que hayas logrado el paso anterior, es importante que puedas finalizar el ejercicio con una respiración profunda y pausada que te deje relajado y en calma.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca de la práctica del mindfulness, sus beneficios y los pasos esenciales para poder ponerla en marcha en nuestro día a día. Lo cierto es que en los últimos años se ha hablado mucho del mindfulness, un término que ha alcanzado grandes niveles de popularidad en el campo de la salud mental.

Los orígenes más remotos de la atención plena se encuentran en la meditación oriental, una práctica milenaria que comenzó a occidentalizarse en la década de los sesenta y setenta del siglo pasado.

Progresivamente, esta se ha ido adaptando a las necesidades de las personas hasta configurar lo que hoy conocemos como mindfulness.

Lo cierto es que la meditación se diferencia de esta práctica en que posee determinadas connotaciones filosóficas y religiosas, por no hablar de que es mucho más amplia y heterogénea.

El mindfulness tiene como objetivo ayudar a las personas a entrenar su capacidad para enfocar la atención en el momento presente.

Muchas veces, el estrés y el ritmo del día a día nos hace vivir con el piloto automático, pensando siempre en el futuro o acoplándonos en el pasado.

Empezar a tomar conciencia de cada momento puede ser de gran ayuda para lograr mayor aceptación de nuestros pensamientos, comprender mejor nuestras emociones y vivir desde una postura más calmada y compasiva.

Poner en práctica el mindfulness es más sencillo de lo que puede parecer, pues basta con tener un espacio adecuado, saber adoptar una buena postura, respirar de manera pausada y concentrarnos en nuestras sensaciones físicas.

Una vez hecho esto, debemos tratar de observar nuestros contenidos mentales como un observador externo que no juzga.

Fuente: AZ Salud.

Por: Natalia Menéndez Martínez.

https://azsalud.com/meditacion-y-yoga/que-es-mindfulness