José Daniel Ferrer, fundador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y tres veces preso de conciencia, atraviesa uno de los momentos más críti
José Daniel Ferrer, fundador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y tres veces preso de conciencia, atraviesa uno de los momentos más críticos de su encarcelamiento.
El disidente fue arrestado el 11 de julio de 2021, en Santiago de Cuba, mientras intentaba participar en las manifestaciones pacíficas que estallaron ese día en toda la isla. Desde entonces, su familia denuncia maltratos, condiciones inhumanas y aislamiento extremo, en lo que consideran un intento del régimen de Miguel Díaz-Canel y Raúl Castro de “enterrarlo en vida”.
En un audio enviado a Infobae, Nelva Ismaray Ortega Tamayo, esposa del preso político, manifestó que el pasado 4 de octubre se presentó en la prisión de máxima seguridad Valverde, en Santiago de Cuba, junto con su hijo de cinco años, Daniel José; y su hijastra, Fátima Victoria, con la esperanza de verlo durante una de las pocas visitas familiares permitidas. Sin embargo, les negaron el acceso nuevamente.
“Solo aceptaron el depósito de la jaba con los alimentos y productos de higiene”, relató la esposa, quien denunció que las autoridades no se limitan a privarlo de su libertad sino que intentan quebrantar su espíritu mediante un aislamiento total y maltratos constantes.
Condiciones de encierro: tortura y degradación
Desde su arresto, Ferrer ha sido confinado en una celda de castigo, tecnológicamente preparada para su aislamiento. La esposa del opositor denunció que no tiene acceso regular a la luz solar y vive en condiciones deplorables: “Celda reducida, aislado de la comunidad penal y con acceso muy limitado al mundo exterior”, describió.
Además, Ferrer es víctima de violencia física y psicológica, y recibe una alimentación precaria basada en los alimentos no perecederos que su familia logra llevarle, junto con agua que apenas alcanza. La esposa también asegura que los medios oficialistas lo han difamado sin darle oportunidad de defenderse públicamente.
Problemas de salud sin atención médica
La salud de Ferrer se ha deteriorado sin recibir atención médica adecuada. Según Ortega Tamayo, padece un desgarro en el tríceps del brazo derecho, que le provoca dolor constante y dificultad para escribir. El deterioro fue confirmado por Monseñor Dionisio, quien logró visitarlo en septiembre y reportó su estado preocupante.
“Desde su encierro, sólo ha recibido 11 visitas familiares y nueve conyugales, bajo estrictas condiciones de control”, explicó la mujer. En marzo de 2023, fue la última vez que la familia completa pudo verlo. Desde entonces, apenas cinco veces han tenido prueba de vida.
Impacto emocional en los hijos y violencia presenciada
El hijo menor del opositor, Daniel José, sufre serias repercusiones emocionales por la ausencia de su padre. Su madre relató cómo la tristeza y la frustración han afectado tanto su desempeño escolar como su salud. “Comenzó a orinarse en la cama nuevamente después de la última visita en septiembre”, narró.
Una de las experiencias más traumáticas para el niño ocurrió el 9 de diciembre de 2022, cuando presenció cómo su padre era brutalmente golpeado dentro de la prisión. “Mientras estaba esposado, lo golpearon delante de nuestro hijo. El mayor Julio Fonseca, conocido por su violencia hacia mujeres opositoras, fue uno de los agresores”, denunció.
Manipulación y chantaje desde la prisión
La familia también denunció que las misivas entre Ferrer y sus allegados son retenidas o utilizadas como método de manipulación. “Nos dieron una carta en la cual él refería que no había recibido nuestras cartas anteriores. Si no recibía respuesta, comenzaría una huelga de hambre”, relató su esposa, quien describió el chantaje constante al que es sometido el prisionero.
A pesar de estas condiciones, Ferrer ha mantenido una firme postura de resistencia. “La dictadura Castro-Canel se ha empeñado durante todo este tiempo en enterrarlo en vida y matarlo lentamente con el objetivo de que acepte el destierro”, declaró su esposa. Sin embargo, Ferrer reafirmó que “prefiere morir en prisión antes que abandonar su tierra”.
La familia responsabilizó directamente al régimen de Miguel Díaz-Canel y Raúl Castro por el estado de salud del opositor y advirtió sobre las violaciones de derechos humanos sistemáticas que enfrenta. “Los hacemos responsables por todo el daño causado y por lo que continúen haciéndole, pues no han dejado de violar sus más básicos derechos”, expresó.
Finalmente, hizo un llamado urgente a la comunidad internacional. “Pedimos solidaridad para salvar valiosas vidas de tantos valientes cubanos que corren peligro, especialmente mi esposo, concluyó.
Fuente: Infobae.
Por: Gastón Calvo.