Luego de que el pasado viernes al menos 17 familiares de Ovidio Guzmán López ingresaran a Estados Unidos en el marco de un presunto acuerdo de
Luego de que el pasado viernes al menos 17 familiares de Ovidio Guzmán López ingresaran a Estados Unidos en el marco de un presunto acuerdo de cooperación entre el capo y autoridades federales, ha trascendido que ellos podrían no ser los únicos beneficiarios de este esquema.
De acuerdo con Óscar Hagelsieb, exdirector de Homeland Security Investigations (HSI) en Ciudad Juárez y exfuncionario del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, los 17 familiares “no van a ser los últimos” y que se espera que más integrantes del clan Guzmán López reciban beneficios similares.
“Lo que sí te digo yo y tengo información de una fuente alta que no va a ser lo los últimos de de de ese beneficio. Todavía hay más. Se van a extender esos beneficios, no nada más estos 17″, comentó en entrevista con el periodista Luis Chaparro en el programa Pie de Nota.
Fue el propio Luis Chaparro quien dio a conocer que entre el grupo de los 17 familiares que llegaron en un operativo silencioso a EEUU estaba la madre del capo, Griselda López Pérez, su hermana Griselda Guzmán López, así como su cuñado y varios sobrinos y primos, quienes arribaron al puente fronterizo de San Ysidro con mucho equipaje y al menos 70 mil dólares en efectivo.

El cruce se realizó a pie, y los esperaban agentes del FBI, quienes los ingresaron bajo un esquema migratorio conocido como parole, un permiso especial que permite la entrada legal por motivos humanitarios, pero que también se otorga a personas que, de otro modo, serían inadmisibles o inelegibles para entrar a territorio.
La llegada del grupo fue considerada de alto riesgo por las autoridades estadounidenses. Según relató Chaparro en entrevistas con Juan Pablo Pérez Díaz y José Cárdenas, ambas para Radio Fórmula, las fuerzas de seguridad instalaron un francotirador en un edificio contiguo al cruce fronterizo, ante la posibilidad de un atentado dirigido contra alguno de los integrantes del clan Guzmán.
La maniobra se ejecutó sin incidentes, y tras ser procesados en el punto de ingreso, los 17 fueron subidos a un autobús especial que los trasladó a una ubicación reservada por motivos de seguridad.
Protección diferenciada en los Guzmán
Hagelsieb indicó que este tipo de arreglos no se improvisan. En muchos casos, las negociaciones inician desde meses antes de la extradición o entrega de un líder criminal. Tal fue el caso —dijo— de los hijos de Joaquín Guzmán Loera, donde las agencias ya habían trazado una ruta de cooperación desde antes de que se concretara su captura o traslado.
“Esos acuerdos empezaron o se empezaron a negociar meses, casi un año antes. Se les ofreció [beneficios] no nada más a los hijos del Chapo, Ovidio y Joaquín, se los ofrecieron a mucha gente”.

Entre los beneficios posibles se encuentra el ingreso legal bajo la figura del “parole humanitario”, reubicación en zonas seguras, protección federal, identidad nueva, residencia y apoyo económico temporal. También, en algunos casos, se permite conservar parte del patrimonio, según el nivel de colaboración ofrecido.
“Se les da dinero para que empiecen su vida, pero no los tenemos en sueldo. Se les da una chanza de que empiecen su vida de nuevo y luego ya ellos que encuentren un trabajo legal”, aclaró.
No obstante, advirtió que no todos respetan los términos del acuerdo. Recordó diversos casos en los que los cooperantes, tras obtener beneficios, regresaron al crimen organizado por decisión propia, como Dámaso López Serrano, “El Mini Lic”.
El exfuncionario también confirmó que, dentro del entorno familiar de Joaquín “El Chapo” Guzmán, hubo una protección especial hacia algunos de sus hijos, en particular los más jóvenes. Mencionó que esa preferencia fue evidente hacia la facción encabezada por Ovidio Guzmán, alias “El Ratón”, a quien el propio capo buscó resguardar desde temprana edad.
Según Hagelsieb, esta protección también se ha traducido en decisiones estratégicas dentro del grupo criminal, como permitir que algunos miembros colaboren con autoridades a cambio de beneficios que a su vez protejan al otro círculo.
“Los Salazar todavía sienten que los tienen que proteger y por eso se les dio permiso o se les proporcionó que entregaran a gente para que se les diera el beneficio”.
Los casos de El Mayo y Caro Quintero: sin margen

Respecto al futuro de capos de alto perfil como Ismael “El Mayo” Zambada y Rafael Caro Quintero, Hagelsieb aseguró que sus casos no seguirán la misma ruta de negociación que la de los Guzmán López. En el caso de “El Mayo” —explicó—, no se está discutiendo una reducción de condena, sino únicamente las condiciones en que purgaría su sentencia.
“La información que tengo yo del Mayo es que está negociando dónde va a permanecer. No precisamente el tiempo que va a estar, pero [sí] negociar dónde va a cumplir su cadena”, comentó.
Específicamente, mencionó que si el líder del Cártel de Sinaloa es enviado a una prisión de máxima seguridad como ADX Florence —donde también está recluido Joaquín Guzmán Loera—, las condiciones serían especialmente duras: “Si lo meten en Florence, donde está El Chapo, pues se va a volver loco ahí”.
En cuanto a Rafael Caro Quintero, Hagelsieb fue contundente al afirmar que la DEA no tiene intenciones de ofrecerle ninguna clase de trato. La razón —dijo— tiene un fuerte componente institucional: se trata de una figura histórica con una cuenta pendiente directa con el gobierno de Estados Unidos, particularmente por el asesinato del agente Enrique “Kiki” Camarena.
“Yo pienso que la DEA no le quiere ni ofrecer nada […] ya le traen ganas desde hace años y pues va a ser vámonos a juicio, te vamos a condenar”, finalizó.
Fuente: Infobae.
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