Regularmente suelen confundirse el kéfir con el yogur y es que ambos son productos lácteos fermentados que tienen ciertos beneficios para la
Regularmente suelen confundirse el kéfir con el yogur y es que ambos son productos lácteos fermentados que tienen ciertos beneficios para la salud debido a su contenido de probióticos, pero también tienen diferencias muy importantes en cuanto a su proceso de creación hasta la diferenciación entre su sabor y textura.
En este artículo que Gastrolab ha preparado para ti, podrás descubrir cuál es la diferencia entre ambos alimentos lácteos y cuáles son los beneficios que pueden agregar a la salud en general, según los especialistas.
Así que si eres fan de este par de alimentos o simplemente necesitas conocer más sobre el poder nutricional que ofrecen, presta atención a la siguiente información.
Al kéfir se le llama un producto mesófilo, eso quiere decir que se crea a temperatura ambiente, mientras que el yogur se considera un producto termófilo, el cual se desarrolla a temperaturas más altas, por lo que el primer alimento posee una mayor cantidad de microorganismos vivos que el yogur, se cree que pueda aportar de 10 hasta 40 cepas de probióticos.
Así mismo, el sabor del kéfir es más fuerte y tiene una textura mucho más líquida, mientras que el segundo alimento suele tener un sabor más sutil y una textura espesa que además se puede acompañar de otros insumos frescos como trocitos de fruta o frutos secos.
Ambos poseen beneficios similares con propiedades únicas que vale la pena aprovechar.
Qué beneficios tiene el kéfir y el yogur
El kéfir tiene más variedades de probióticos, incluyendo algunas cepas de levaduras que son beneficiosas para la salud intestinal y el sistema inmunológico.
De acuerdo con Healthline, gracias a la variedad de bacterias y levaduras que ofrece puede ayudar a mejorar la digestión, reducir la inflamación intestinal y aliviar problemas como el síndrome del intestino irritable (SII).
También es una excelente opción natural para reforzar el sistema inmunológico, ya que los probióticos que proporciona ayudan a equilibrar la microbiota intestinal lo que favorece las defensas del cuerpo, mejora la salud ósea por su fuente de calcio y vitamina k2; lo cual son importantes para el sistema óseo y sus levaduras se consideran una opción saludable para fortalecer el sistema digestivo.
Por su parte, el yogur es una excelente fuente de probióticos que puede ayudar a restaurar el equilibrio de la flora intestinal y mejorar la digestión.
Según Medical News Today, puede ayudar a reforzar las defensas del cuerpo y prevenir infecciones, es una buena fuente de proteínas como calcio y vitamina D, que son esenciales para la salud ósea y muscular.
Algunos estudios sugieren que el consumo regular de yogur puede tener un efecto positivo sobre la presión arterial y los niveles de colesterol.
Si existe una gran similitud entre ambos productos, además de que se tratan de dos opciones que pertenecen al grupo de los lácteos, es que ayudan a mejorar el sistema digestivo, previniendo afecciones comunes como el estreñimiento o el tránsito lento.
En conclusión, las diferencias entre ambos alimentos se centran en su proceso de creación, además de la diversidad de probióticos que pueden agregar, ya que el kéfir se considera una opción mucho más ligera que no contiene lactosa, mientras que el yogur suele tener una textura mucho más espesa con sabor suave que sí contiene lactosa, pero también contiene levaduras beneficiosas para el estómago
Cuando se trata de elegir la mejor opción para consumirla de forma frecuente, lo importante es considerar las necesidades del cuerpo y consultar el tema con un médico especialista que pueda orientar sobre el mejor alimento a elegir, así se podrá saber si el kéfir o el yogur es la mejor opción en un caso en específico.
Fuente: Gastrolab.
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