La lucha de María Corina Machado por la libertad de Venezuela sigue más vigente que nunca, a poco más de un mes de que se cumpla el primer ani
La lucha de María Corina Machado por la libertad de Venezuela sigue más vigente que nunca, a poco más de un mes de que se cumpla el primer aniversario de las controvertidas elecciones del 28 de julio en las que Nicolás Maduro cometió fraude y se perpetuó en el poder, pese a que más del 80% del pueblo votó en favor de Edmundo González Urrutia.
Este jueves, la líder opositora presentó a detalle ante la Americas Society/Council of the Americas, el plan “Una oportunidad de un billón de dólares: las ventajas globales de una Venezuela democrática”, que elaboró con la ayuda de asesores y expertos en un abanico de aspectos y que, confía, permitirán al país recuperar su senda de desarrollo y crecimiento, prosperar y volver a ser un referente en la región.
Así, confió en que, de conseguirse un cambio de rumbo político y restablecerse el orden democrático, surgirán oportunidades clave de inversión extranjera, que permitirán reconstruir la economía venezolana y llevarla a recuperar su pico de PIB de 2012, incluso alcanzando los USD 340 mil millones en los próximos 15 años, entre otras previsiones.
La iniciativa destaca la paradoja de que, pese a décadas de deterioro institucional y tecnológico, Venezuela se encuentra en una posición única para adoptar tecnologías de punta y realizar reformas profundas, en su camino a convertirse en un centro energético y de inversión clave.
“Hoy, Venezuela se encuentra al borde de una transformación histórica, que representa la mayor oportunidad para la democracia, la seguridad y la inversión en América Latina en décadas.
El impacto de la liberación de Venezuela se sentirá en todo el hemisferio (…) y los inversionistas que se beneficiarán de condiciones sin precedentes desde el primer día”, afirmó Machado durante su intervención en la reunión, en la que también participaron expertos como Sary Levy, Juan Carlos Navarro, Gustavo García, Víctor Vázquez, Miguel Lara, Lino Carrillo, Juan Fernández, Juan Carlos Guinand, David Smolansky, Carlos Blanco y Rafael de la Cruz.

“Aunque se ha hablado mucho del daño causado por 26 años de tiranía comunista y criminal, y de las amenazas que representa Maduro, se ha prestado poca atención al inmenso potencial de generación de riqueza que ofrece una Venezuela democrática”, comentó Machado, que enfatizó en que ello “va más allá de los venezolanos, los recursos naturales y factores estructurales”, sino que también alcanza a las cuestiones humanas.
Entre los activos estratégicos, Machado enumeró las mayores reservas de petróleo del mundo; la octava mayor de gas natural; recursos de hierro, oro, minerales; vastas reservas de agua dulce; 30 millones de hectáreas de tierras fértiles no desarrolladas; y 2.800 kilómetros de costa caribeña.
Además, destacó la ubicación geográfica del país, “a pocos días por mar de la costa estadounidense”, y su clima tropical como otras ventajas competitivas para la integración en cadenas de valor globales y el nearshoring.
Todo ello se explotará no solo en los primeros 100 días y el primer año, períodos en los que más suele medirse y cuestionarse un gobierno, sino en largo plazo, con miras a realmente reconstruir el país. Para ello, el equipo de la Plataforma Unitaria Democrática conformó equipos listos para atender las crisis urgentes y, al mismo tiempo, iniciar cambios estructurales.
“Estableceremos el imperio de la ley y la independencia institucional, garantizando derechos de propiedad, cumplimiento de contratos y seguridad jurídica”, se comprometió Machado, a la par que enfatizó en que otra de las prioridades será la implementación de políticas fiscales y monetarias responsables para “reconstruir la confianza en nuestra moneda, reducir la inflación y lograr el equilibrio fiscal”.
De hecho, la transición hacia una economía de mercado abierto y las privatizaciones es uno de los ejes centrales de la reforma integral, en línea con los valores occidentales de dignidad, propiedad privada, libertad y familia.
“Nuestra población unida apoya plenamente una reforma integral, alineada con los valores occidentales de dignidad, propiedad privada, libertad y familia”, declaró.
El rol de la diáspora venezolana también ocupará un lugar destacado en la estrategia. Machado señaló que “nuestro mayor activo es nuestra gente, incluidos los 8 millones de venezolanos en el exterior, listos para regresar, invertir y reconstruir. Aprovecharemos también su talento”.
Así, el antichavismo buscará capitalizar el conocimiento y los recursos de quienes han emigrado durante la crisis, facilitando su retorno y participación en la reconstrucción nacional.
A su vez, la economista y experta en finanzas Sary Levy, integrante del grupo asesor, enfatizó la necesidad de priorizar a las poblaciones más vulnerables en esta transición económica.
“La población en Venezuela está deseosa y aspira a una economía de libre mercado, donde puedan trabajar y hacer con sus vidas lo que deseen. Queremos relanzar la economía con las personas en una buena posición, no en la pobreza. Por eso, en el primer año implementaremos medidas para ayudar a colocarlas en esa situación”, afirmó.

La llamada “paradoja del atraso tecnológico” fue otro de los puntos resaltados en la presentación. Según Machado, los años de abandono permiten que Venezuela adopte directamente tecnologías de punta, saltándose sistemas antiguos e ineficientes y acelerando el desarrollo.
Además, la “paradoja de la destrucción institucional” se presenta como una oportunidad para eliminar trabas burocráticas y resistencias al cambio, facilitando la implementación de reformas eficaces y la atracción de nuevas inversiones.
El entorno regulatorio y el clima de negocios también forman parte de los pilares del plan.
“Crearemos marcos regulatorios claros, estables y transparentes que permitan el florecimiento de los negocios. Nuestra administración será pro-empresa, pro-inversión y enfocada en crear valor y empleo”, explicó Machado, con miras a pasar de una economía controlada por el Estado a una impulsada por el sector privado, con asociaciones público-privadas, privatizaciones y competencia abierta como norma.
El apoyo de organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) será también esencial con su financiamiento, desarrollo de capacidades, reformas sostenibles y recuperación de credibilidad.

El plan también contempla la integración de Venezuela en las cadenas de suministro regionales, aprovechando la proximidad a mercados clave, los recursos abundantes y los costos laborales competitivos. Según la líder opositora, el país podría convertirse en un eslabón crucial en la red productiva y distributiva de las Américas, atrayendo inversión extranjera y generando empleo de calidad.
Por otro lado, la visión presentada en las últimas horas incluye la transformación de la matriz energética nacional, aprovechando las mayores reservas probadas de petróleo, los vastos campos de gas natural y la infraestructura hidroeléctrica existente.
Machado confió, en ese sentido, que “con las mayores reservas probadas de petróleo, vastos campos de gas natural y gran infraestructura hidroeléctrica, impulsaremos nuestra recuperación y la de la región”.
Por último, todos estos cambios traerán, a la par, la importante tarea de transformar a Venezuela del actual “centro criminal de las Américas” en el que se ha convertido, al centro energético de las Américas.
De esta manera, el antichavismo sostiene que, con la combinación de recursos naturales, capital humano, ubicación estratégica y un entorno institucional renovado, Venezuela puede volver a ser un destino prioritario para la inversión global, reinsertándose en el sistema internacional y comprometiéndose con la consolidación de la democracia.
“Solo un modelo de desarrollo racional y confiable, basado en una Venezuela libre y democrática, puede desbloquear esta impresionante y sin precedentes creación de riqueza. Este plan, liderazgo y equipo desbloquearán una oportunidad económica sin precedentes de más de 1,7 billones de dólares en los próximos 15 años. (El futuro del país) va más allá de la extracción: se trata de transformación, integración y contribución global”, insistió Machado en su intervención.
Fuente: Infobae.